La catedral de Finbar de estilo neogótico, del siglo XIX es el edificio más emblemático de la ciudad y rinde homenaje al monje fundador.

Por otro lado, Cork es de esas ciudades que se descubren mejor a pie, recorriendo sus calles que muestran una gran vitalidad y en especial la famosa St Patrick's Street, una de las principales vías y de las más animadas. En ella se pone de manifiesto de forma nítida el contraste entre lo histórico y lo moderno, pudiendo visitar allí algunos de los comercios más antiguos de la ciudad. La mayor parte de ellos sufrieron el gran incendio de Cork, ocurrido durante la Guerra de Independencia de Irlanda (1919-1921). Hoy en día la calle ha sido reparada y modernizada para que resulte más cómoda para los peatones.

Muy cerquita se encuentra también el famoso Mercado Inglés, en el que se pueden adquirir los productos locales más frescos y degustar un auténtico y delicioso desayuno irlandés.

También se pueden visitar numerosos museos, entre los cuales destaca el Cork City Gaol, que era la antigua cárcel y es el más visitado. Otro museo curioso es el Museo de la Mantequilla, ya que este producto es uno de los más exportados por la ciudad. Para los amantes del arte es visita obligada la Crawford Art Gallery, que está situada en un antiguo edificio de aduanas del siglo XVIII y alberga una ecléctica colección de obras de arte de todo el mundo, aunque una gran mayoría sean creaciones de artistas irlandeses.

El Museo Público de Cork, situado en el Parque Fitzgerald, es el lugar perfecto para profundizar en el conocimiento de la historia, política, geología y cultura de la ciudad a través de más de 45.000 objetos.

Como la mayoría de las ciudades irlandesas Cork está rodeada de una pintoresca campiña que merece la pena visitar y disfrutar de la vida al aire libre.

El parque Fitzgerald constituye el pulmón verde de la ciudad, con sus cuidados jardines y setos. Además, destaca el popular parque de Tramore Valley que es más grande y salvaje y el preferido de los locales para ir a caminar, hacer ciclismo, correr o hacer un picnic para relajarse.

Otra de las más populares actividades que se pueden realizar al aire libre es la visita del castillo de Blackrock del siglo XVI. Fue transformado en 2007 en un Observatorio Astronómico. El cual organiza eventos de observación de estrellas y la atracción más popular: "Cosmos en el castillo", una exhibición interactiva, con la que perseguir cometas o explorar el comienzo del universo y como podrá acabar en un futuro.

Además de aprender, tendrás la oportunidad de explorar la belleza natural de Irlanda. Desde los impresionantes acantilados de Moher hasta el mágico paisaje del Parque Nacional de Killarney, cada rincón te dejará sin aliento.

A diferencia de otras ciudades más grandes, Cork ofrece un ambiente amigable y accesible. La hospitalidad de los habitantes hace que te sientas como en casa desde el primer día.